Resonancia: el espacio donde el terapeuta y el cliente se encuentran

Hay un espacio de silencio que se abre en cada encuentro terapéutico.

No es un espacio de técnica; es un espacio de resonancia.

La resonancia es cuando mi cuerpo comienza a sentir lo que tu cuerpo siente.

Cuando tu respiración cambia, la mía también cambia.

Cuando tu sistema se contrae, el mío lo nota, y si puedo permanecer presente, esa presencia crea un espacio para que tu sistema también encuentre un poco más de seguridad.

Es en este espacio donde ocurre la verdadera transformación.

Porque no es una mente “mirando” a otra mente.

Es un cuerpo que reconoce a otro cuerpo.

Es el corazón reconociendo al corazón.

La resonancia me permite acompañarte desde dentro, no con interpretaciones, sino con presencia.

Me pone a tu lado, no “delante” de ti.

Y, en este encuentro, lo que cura no es lo que se dice, sino lo que se siente.

Es un movimiento de amor silencioso, que disuelve capas de defensa, vergüenza y soledad.

Y poco a poco el cuerpo vuelve a confiar.

Hacer espacio para que la vida lata con más libertad.

Anclarme en la resonancia es lo que da sentido a mi trabajo.

Porque cada sesión se vuelve única, viva y profundamente humana.

 

 

“La libertad es tomar decisiones que nos traigan más amor y bienestar”. Sitara Ju

es_ESES